Arrestan a un joven por un robo y a otro por un violento asalto

En la requisa de la vivienda de uno de los sospechosos, hallaron la totalidad de lo saqueado a un local.


Las 24 horas que tiene un día por poco no bastaron para el personal de la Comisaría 10ª que en una jornada hizo seis allanamientos, siguiendo los rastros de los delincuentes de dos robos distintos. Los procedimientos no fueron en vano, dado que recuperaron el botín completo de uno de los hechos, secuestraron elementos comprometedores para las personas que investigaban y detuvieron a dos sospechosos, el primero sería uno de los motochorros que asaltó violentamente a una mujer el mes pasado y el otro, uno de los ladrones que desvalijó un comercio de Villa Mercedes.

El primer robo ocurrió el 18 de agosto y lo sufrió Cintia Vanesa Devia. Según denunció la mujer, ella caminaba por la vereda de Guayaquil, de norte a sur, cuando al llegar a la esquina de Ardiles, advirtió a dos hombres a bordo de una moto 110 negra. No tenían ni casco ni barbijo. Contó que el conductor frenó la motocicleta y luego se bajó el acompañante y se dirigió a ella, portando una cadena que tenía dos candados en un extremo.

El joven, quien no era otro que un ladrón, le ordenó a Devia que le entregara su celular porque de lo contrario le daría un balazo. "Después de un forcejeo al no poder quitarle el teléfono, el sujeto le pidió al compañero que le pegara un tiro a la denunciante y ahí con la mano que tenía desocupada, comenzó a golpear a la víctima en distintas partes del cuerpo logrando tirarla al piso", detalló el comisario Pedro Alaniz, jefe de la seccional actuante, de acuerdo a la denuncia.

Una vez en el suelo, le revisaron los bolsillos del pantalón a la damnificada y le quitaron su celular.

Con los datos recolectados a partir de las descripciones hechas por Devia sobre los delincuentes, los registros de las cámaras de seguridad y la información recuperada con la línea telefónica de la víctima, las policías lograron identificar a dos sospechosos.

Con la autorización de la fiscal Daniela Torres, allanaron el domicilio de uno de ellos, de Maximiliano Sánchez, en Venezuela 390. "Ahí secuestramos elementos de interés para la causa y, por orden de la fiscal, detuvimos a Sánchez", explicó el comisario. Los datos del cómplice no fueron difundidos, puesto que si bien estaría identificado aún no fue localizado y pesa sobre él una orden de captura.

El segundo robo que motorizó el resto de los allanamientos ocurrió el lunes, en Nelson, un lubricentro de Pringles y Olloqui. Su dueño, Nelson Lucero, denunció que esa madrugada entraron al local y le sustrajeron varias llaves, una soldadora, un cargador de batería, un taladro y una aspiradora, entre otros elementos.

Las averiguaciones les indicaron a los policías que los delincuentes de tal saqueo fueron tres. Uno de los allanamientos que hicieron, siempre con el apoyo del grupo táctico COAR, fue en la casa de Luciano Pizarro, en Tallaferro 21, donde encontraron la totalidad de lo sustraído al comerciante.