Ex policía puntano acusado de abuso sexual obtiene prisión domiciliaria por supuesta enfermedad

María Soledad Lucero se presentó hoy junto a su abogado Ezequiel Domínguez en el Poder Judicial para solicitar que su exesposo, quien cumplía condena por abuso sexual y violencia de género, continúe detenido en el Servicio Penitenciario, luego de que le otorgaran prisión domiciliaria debido a su diabetes.


El hombre, quien era cabo segundo de la Policía de San Luis, fue denunciado hace dos años por su esposa, quien aseguró que sufrió años de violencia de género y que sus cuatro hijos fueron abusados con distintos grados de violencia. Tras la denuncia, el hombre fue detenido y llevado a juicio, donde se le imputaron cargos de abuso sexual con acceso carnal, abuso sexual gravemente ultrajante y lesiones graves, agravados por el vínculo y la situación de convivencia preexistente, y por mediar violencia de género.

Lucero contó que durante su matrimonio sufrió amenazas, golpes, disparos, violaciones y pérdidas de embarazos. Además, relató que en varias ocasiones su exesposo echó a sus hijos de la casa descalzos y los envió a la escuela en esas condiciones. Cuando finalmente pudo separarse de él, los niños le revelaron que también habían sido abusados.

Tras la detención del hombre, los hijos de Lucero manifestaron tener miedo y no querer salir de su casa. Sin embargo, recientemente se enteraron de que su padre fue beneficiado con la prisión domiciliaria, lo que aumentó su angustia y temor.

Por si fuera poco, Lucero aseguró que su actual pareja, quien también es parte de la Fuerza de Seguridad, la hostiga y amenaza para que retire la denuncia. Incluso, dijo que la actual pareja del abusador fue hasta su casa y exhibió un arma frente a sus hijos.

Por todo lo anterior, Lucero y su abogado solicitaron que el hombre continúe en prisión, ya que no cuentan con ninguna medida de protección ni custodia. Además, cuestionaron la justificación de la prisión domiciliaria por diabetes, ya que no hay evidencia de que la enfermedad represente un riesgo para su vida o su integridad física, y hay otras personas en el Servicio Penitenciario con enfermedades mucho más graves que siguen detenidas.

Domínguez también cuestionó el plazo y la forma en que se comunicó la decisión de otorgar la prisión domiciliaria, ya que solo recibió la notificación media hora antes de la audiencia, lo que va en contra de los plazos establecidos por el Código. La causa sigue caratulada como abuso sexual con acceso carnal, abuso sexual gravemente ultrajante y lesiones graves, agravados por el vínculo y la situación de convivencia preexistente, y por mediar violencia de género.