La víctima tiene seis años y le dijo a su madre que los agresores le bajaron los pantalones, le pegaron en la cola y le tocaron la zona de los pechos; por su edad, los sospechosos son inimputables
La denuncia conmueve a madres, padres y docentes del Colegio Cristo Rey, de Garín, en el partido de Escobar. Una mujer se presentó en una dependencia de la policía bonaerense y afirmó que su hija de seis años fue abusada por cuatro alumnos que la encerraron en un baño del colegio, le bajaron los pantalones y la manosearon. Aunque están identificados, los abusadores no fueron detenidos porque son menores inimputables.
En el caso tomó intervención el fiscal Gustavo Ancurio, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción N°1 del Fuero Penal Juvenil de Zárate-Campana, y personal de la Comisaría de La Mujer y la Familia de Escobar.
La denuncia fue presentada anteayer a las 12.30. La madre de la víctima explicó que no podía especificar el día en que ocurrió el abuso, pero dijo que se había enterado de lo sucedido 24 horas antes de presentarse en la dependencia policial.
“A mi hija la encerraron en el baño, le bajaron el pantalón, le pegaron en la cola y comenzaron a tocarle sus pechos por debajo de su remera”, dijo la madre de la víctima ante el personal policial.
La niña no dio otros detalles porque se angustió y sintió vergüenza, explicó la mujer. “La pesquisa está apuntada a identificar a los autores del hecho. En la denuncia no se aportaron los nombres de los agresores. Si los implicados son menores de 16 años, el trabajo va a estar dirigido a determinar cómo fueron los hechos, pero no se podrá avanzar sobre los sospechosos porque serían inimputables. En ese caso, el trabajo de la fiscalía estará limitado a determinar qué pasó”, sostuvo una fuente de la investigación.
Estrategias de intervención
En un comunicado dirigido a las familias de los alumnos y que lleva la firma de “representantes legales” y “equipos directivos” de los niveles inicial, primaria y secundario del Colegio Cristo Rey e Instituto Hijas de Cristo Rey, la institución dijo: “Como comunidad educativa, a lo largo de nuestros 53 años de labor fundada en nuestros valores humano cristianos, nos comprometemos a mantener y sostener las medidas de cuidado atendiendo la integridad física y emocional de los estudiantes, garantizando la continuidad pedagógica y los derechos de cada uno de ellos”.
También se comunicó a los padres y madres que se informó “a la superioridad, nuestra inspectora Areal [sic], con quien estamos trabajando para establecer diversas estrategias de intervención”.
Hoy, en la puerta del establecimiento educativo, situado en Cabildo 2099, en Garín, había un clima de tranquilidad. Ayer, en cambio, hubo una manifestación de padres y madres de alumnos de la escuela tras conocerse la noticia de la denuncia.
“Desde hace 18 años que traigo a mis hijos a este colegio y nunca hubo un problema. No saben qué chico fue (el abusador) y entonces meten a todos en la misma bolsa. Ayer cuando salió mi hija mayor, que está terminando la secundaria, me dijo que se sintió acusada por los padres que estaban reclamando en la puerta. Me parece que hay que tener un poco de prudencia. Hay muchas familias nuevas que nunca entraron al colegio, no saben cómo funciona y vienen en patota a reclamar. El colegio puso todo a disposición para que la policía investigue. La verdad es que para una niña un chico más grande puede ser otro niño de diez años, entonces son todos menores. Hay que esperar un poco. El colegio nos mandó un comunicado a los padres referentes para que ayudemos a calmar un poco las aguas”, dijo Manuela Gago, madre de dos alumnos y una exalumna del colegio.
Ariel, padre de una alumna de 9 años, sostuvo: “Si sucedió, es algo gravísimo, pero todavía no se sabe nada. Este colegio le abre las puertas a todos, y no digo que ese sea el problema, pero esto se manejó como un chisme poco creíble porque la información vino de la prima de una amiga de una vecina de la abuela de alguien y con faltas ortográficas [sic]. Algo pasó evidentemente, pero uno no puede andar opinando y acusando a menores sin saber realmente qué sucedió. Son chicos muy buenos acá, el colegio tiene como 53 años y nunca pasó nada. Debería haber más prudencia”, comentó Ariel, padre de una nena de nueve años que asiste a la escuela.
Eduardo, otro padre, opinó: “Los padres involucrados no se han presentado al colegio, entonces no se sabe si pasó o no pasó. Estamos atentos y algo preocupados, pero no me parece bien venir con una antorcha y difamar al colegio si los padres ni vinieron. Sin minimizar el tema, pero no vamos a agarrar la antorcha. Si mañana sale que era todo mentira, ¿quién paga los vidrios rotos?”.
LN+