El analista político Paulino Rodrigues evaluó las internas dentro del Gobierno tras el berrinche de Máximo Kirchner. Explicó, pensando en 2023, quiénes apoyan un Frente de Todos sin el kirchnerismo en la toma de decisiones.
El politólogo, Paulino Rodrigues, volvió a hablar del conflicto puertas adentro que tiene la coalición de Gobierno, particularmente con el kirchnerismo. ¿La salida de Máximo Kirchner de la presidencia del bloque de diputados ya quedó atrás?, lo respondió en Uno Nunca Sabe. El conflicto que inició Máximo Kirchner puertas adentras del Gobierno y sus alcances, ¿llegó a su fin?
"La idea de encapsular el conflicto sólo en el paso al costado de Máximo Kirchner es una idea muy voluntarista del Gobierno argentino", comenzó respondiendo Paulino Rodrigues.
Es que, desde su análisis, el portazo de Máximo Kirchner "hacia afuera licuó el entendimiento eventual con el Fondo del viernes anterior (los bonos, el dólar y las acciones mostraron eso), a la vez que revirtió nuevamente expectativas y volvió a debilitar a Alberto Fernández. Aunque tal vez le esté haciendo un favor en el mediano plazo, porque lo incentiva a ir a donde el presidente no quiere, apoyado por muchos que sí están interesados en ir. Porque, pensando en 2023, entienden que el adversario es el kirchnerismo, dentro de la coalición de Gobierno".
De aquel modo, entiende el politólogo que Alberto Fernández "efectivamente podría encontrar algunos aliados empresariales que no lo verían con malos ojos". Sin embargo, siguiendo con la mirada puesta en 2023, "los votos en el conurbano, en principio, tienen un sello identitario más en Cristina Fernández de Kirchner que en Alberto Fernández, porque el presidente no construyó una identidad".
"Lo que sí, Máximo Kirchner explicitó las contradicciones del Gobierno una vez más y ahora el Gobierno está obligado a buscar los consensos en la oposición. De hecho, Carrió hizo un Zoom y dijo que la UCR no puede no darle el acuerdo al oficialismo porque no hay plan B", continuó el analista.
Además, "Carrió sostiene que por más de que haya acuerdo no habrá reversión de expectativas, porque la toma de decisión política en Argentina está vaciada de contenido y porque la reversión de expectativa sólo se logra con una masa crítica colectiva que indique una hoja de ruta que Alberto Fernández no está dispuesto a garantizar, ni puede, por ahora. Entonces ella dice: 'Preferible un acuerdo a la nada'. Y lo dice porque también está pensando en 2023".