A Juan José Murúa lo acusan por el femicidio de Marisol Rearte y de su hijita de 2 años en 2014, en Traslasierra.
La familia de Marisol Rearte y su hija de 2 años, Luz Moreno Olivia, deben revivir su dolor mientras buscan una condena justa en un segundo juicio tras el asesinato de dos de sus seres queridos. El juicio oral contra Juan José Murúa comenzó este lunes en la Cámara del Crimen de Villa Dolores, donde el acusado se encuentra en el banquillo con un pedido de prisión perpetua.
El acusado ya ha sido condenado a 38 años de prisión por el asesinato de Brenda Arias en Villa del Carmen. Ahora se enfrenta a los cargos de "Homicidio agravado por femicidio (en perjuicio de la mujer) y Homicidio simple (en perjuicio de la niña), en concurso real".
Según fuentes judiciales consultadas por El Diario, durante el primer día del juicio, Murúa "declaró que él no tiene nada que ver, que no mató ni a Marisol ni a Luz", y mostró una posición "desafiante y hasta burlesca". Los testigos que declararon el primer día incluyeron a la mamá de Marisol, la abuela paterna de Luz, el exnovio de Marisol, una amiga de Marisol y la tía paterna de Luz.
El Ministerio Público Fiscal cordobés ha descrito el día de los asesinatos en 2014 en el que Murúa habría acordado reunirse con Marisol, quien era su cuñada y con quien había mantenido una relación sentimental un año antes, a pesar de que el hombre estaba en una relación con su hermana. Los tres se dirigieron al dique La Viña, donde se presume que en un lugar no determinado, probablemente en las inmediaciones del murallón del dique y tras una discusión, Murúa atacó a Marisol mediante golpes que provocaron su muerte y, posteriormente, mató a la menor y ocultó los cuerpos.
También mató a Brenda:
Brenda Jimena Arias era una chica de pueblo, feliz según comentó su mamá en algún momento. Para el 11 de julio de 2009, la noche en que fue asesinada, tenía 19 años. Sus restos calcinados fueron hallados 18 días después en un sector de las sierras de Villa del Carmen, cuando un vecino sordomudo descubrió huesos que le parecieron humanos y asoció que podían pertenecer a la "boquita pintada”, como apodaban a la víctima.
Las pericias establecieron que la joven murió a causa de un disparo con un arma de fuego y, luego, su cuerpo fue incinerado a pocos metros del lugar del asesinato.
Al comienzo de la investigación, las sospechas giraron en torno a César Albelo, con quien Brenda había terminado una relación el mismo día de su desaparición, pero esas primeras dudas fueron disipándose con la falta de pruebas y la causa quedó sin sospechosos firmes.
En abril de 2017 hubo un giro rotundo: Patricia Besso, jueza Penal de Concarán, ordenó detener a Murúa, con quien Brenda supo frecuentarse meses previos a su desaparición. “Los elementos ya estaban, pero nos faltaba tecnología y personal idóneo para analizarlos. Y hoy en día los tenemos”, comentó la magistrada cuando lo procesó por “Homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego”.
La jueza se refería puntualmente al análisis de los movimientos del celular de la víctima, aparato que desapareció tras su muerte y que, según el informe del Área Criminalística y Análisis Criminal del Departamento de Delitos Complejos de Tribunales, los días posteriores al crimen se situó en los lugares en que los se movía Murúa.
Para cuando empezó el juicio por el homicidio de Brenda, a fines de octubre de 2018, Murúa estaba detenido en el Penal de Villa Dolores por un caso de abuso. El 14 de noviembre del mismo año, la Cámara del Crimen de Concarán de San Luis lo condenó.
Por el caso de Rearte y de su hija, a Murúa, quien enfrenta un pedido a prisión perpetua, lo defiende el abogado Luis Castro, mientras que la querella es representada por Eduardo Adrián Cuneo y como fiscal de Cámara actúa Sergio Cuello, quien cuenta con la asistencia de la fiscal de Instrucción Lucrecia Zambrana.
El tribunal está constituido por los jueces Santiago Camogli (presidente), Carlos Escudero, Facundo Daniel Gil y 13 jurados populares. Está previsto que el debate finalice el viernes 21 de abril. “La fecha puede modificarse en caso de que surjan nuevos testigos, hasta entonces la causa cuenta con 36 testigos programados”, resaltó la informante.