Una versión indica que Luciano Villegas estaba enojado con Luis Escudero porque creía que le robó un pantalón.
Luciano "El Chucky" Villegas está complicado. Más de un testigo lo escuchó gritar que iba a matar a alguien por las calles del barrio Eva Perón II de Villa Mercedes, minutos antes del homicidio de Luis Escudero. También lo vieron entrar a la casa de la víctima y, un minuto después, lo vieron salir de ahí a la carrera, como huyendo. Cuando lo detuvieron, un par de horas después, tenía sangre cerca de su mano derecha. Aunque todavía los investigadores no establecieron el porqué de la enemistad entre Villegas y Escudero, una versión señala que "El Chucky" últimamente estaba enojado con el otro hombre porque le había robado un pantalón.
Hace 15 días Villegas fue detenido en inmediaciones de la Comisaría 40ª. Los efectivos, que tienen jurisdicción en el Eva Perón II, lo aprehendieron apenas recibieron el aviso de que el joven había robado la caja registradora de un comercio del barrio.
La dueña del negocio había salido a perseguir a "El Chucky" por las calles, pero no logró alcanzarlo. En el camino halló la caja registradora vacía. Unos testigos que lo advirtieron huir con la máquina contaron que Villegas "tiraba la plata para todos lados".
Después de una semana de detención en una comisaría, poco antes de que un juez definiera si lo enviaría al Penal, la defensa logró un acuerdo conciliatorio con la damnificada.
La madre de "El Chucky" se comprometió a entregarle una suma de dinero a la víctima, además de pagarle el arreglo de una puerta, unas rejas y la caja registradora. Según trascendió, la mujer abonó unos 60 mil pesos.
Logrado ese acuerdo, el joven de 25 años fue liberado. Pero la semana de encierro en un calabozo y la posibilidad de regresar al Penal no parecieron hacer mella en el imputado. Unos allegados a la familia indicaron que, cansada de la andanzas de su hijo, la madre de Villegas le compró un pantalón para ver si de esa manera se tranquilizaba un poco.
Esa fue la prenda que Escudero le habría robado después, refirieron. No está claro en qué momento sucedió, pero pudo ser una vez que la víctima y el acusado se juntaron para tomar alcohol.
El miércoles, poco antes de las 20, varios vecinos del Eva Perón II vieron a "El Chucky". Gritaba por las calles que mataría a alguien.
En ese recorrido pasó por Tomás Ferrari al 1160, donde vivía Escudero, de 38 años. La puerta de la casa del hombre estaba entreabierta y entró.
En base a las pruebas recabadas, el fiscal Maximiliano Bazla contó que el acusado ingresó expresamente con la idea de asesinar. Entró y arremetió contra Escudero. Lo golpeó e hirió.
En medio de la pelea, ambos se desplazaron hasta el patio delantero del domicilio. Allí el imputado le clavó una certera puñalada en la parte superior del tórax, explicó. El cuchillazo fue mortal: le cortó la aorta y le perforó un pulmón y el corazón.