El insólito hecho se produjo este sábado en una casa de la manzana 302. Luego de apresarlo los vecinos igual quisieron agredir al detenido y terminaron peleando con la Policía.
La detención de Luciano Alex Miranda cuando intentaba robar pertenencias de una casa del barrio 124 viviendas terminó de manera inesperada para los dos policías que llegaron a ese lugar alertados por un llamado del 911: los propios vecinos terminaron agrediéndolos cuando intentaron sacar en el patrullero al detenido y llevarlo a la guardia del Hospital Central.
Según el reporte policial, Miranda fue aprehendido por averiguación, atentado y resistencia a la autoridad; además de violación de domicilio y daños.
Luego del llamado del Comando Radioeléctrico, el cabo 1º Lagos y la cabo Giménez llegaron hasta la manzana 302 del ese barrio donde la dueña de casa les refiere que adentro de su vivienda había un desconocido revisando sus placares.
Los policías ingresaron a la casa y efectivamente ven a la persona, que al detectar sus presencia salió corriendo hacia el patio, subió la medianera y de allí a los techos de las casas colindantes. Los uniformados comienzan una persecución y logran reducirlo en el interior de otra vivienda de la manzana 302.
La cabo Giménez debió forcejear bastante con el detenido hasta que la ayudó un efectivo del D.R.I.N para reducirlo; pero Miranda igual la golpeó y rasguñó.
El problema se generó cuando los policías pidieron testigos para realizar el acta de detención porque los vecinos querían agredir al detenido. Los policías tuvieron que esperar que llegara personal de Policía Científica y Judiciales para continuar y de paso ver si se calmaban los ánimos.
Pero grande fue la sorpresa cuando quisieron sacarlo a Miranda y los vecinos se abalanzaron sobre él y también comenzaron a agredir a los policías. Aunque pudieron meterlo en el patrullero, cuando la cabo Giménez intentó salir del lugar, un grupo de vecinos le impidieron el paso y uno de ellos intentó quitarle el arma. A tal punto que terminó forcejeando para recuperarla y pudo guardársela en el parte trasera de la cintura.
Aunque la mujer policía quiso identificar a la persona que intento arrebatarle el arma reglamentaria, la tensión y la cantidad de vecinos que iba en aumento; la decidió a irse del lugar con el detenido hasta el Hospital Central para que lo examinaran y luego dejarlo alojado en la Comisaría 7ª.