Sergio, un hombre de 50 años, vivió 20 años en situación de calle en San Luis, hasta que un grupo de vecinos lo rescataron y le ofrecieron un hogar y ayuda para superar su esquizofrenia. Ahora, ayuda a otros en situación similar en "El Buen Samaritano"
Cuatro años han pasado desde que Sergio fue rescatado por un grupo de vecinos. A pesar de haber vivido un pasado lleno de dolor, nunca intentó volver a él. En ese tiempo, tuvo que enfrentar grandes cambios. Sin embargo, su fortaleza y la solidaridad de los demás permitieron que el libro de su vida fuera diferente y se convirtiera en el puntapié para ayudar a otros.
La mayoría de los habitantes de San Luis se habían cruzado con Sergio en algún punto del centro de la ciudad, deambulando. Siempre estaba bien abrigado y con un palo, que a veces le servía de sostén o para revisar la basura. No hablaba con nadie y tampoco molestaba a los transeúntes. Algunos se animaban a darle dinero o alimento. De esa forma, pasó 20 años de su vida.
Sin embargo, su futuro no era vivir excluido, solo y a la deriva de una sociedad que miraba para otro lado. Sergio estaba destinado a otra cosa, a poder sonreír, tener una familia, recuperar su identidad y hasta ayudar a que la vida de otros pudiera cambiar, como lo hizo la suya, de un día para otro.
Fue en mayo de 2018, o 56 meses atrás, cuando comenzó a escribirse un capítulo totalmente diferente. Un grupo de personas, encabezados por Elisabeth Aballay, decidieron involucrarse y, desde el simple lugar de vecinos o integrantes de una comunidad religiosa, intentaron hacer algo por él. Todo comenzó con llevarle comida. Pero un frío insoportable hizo que fueran más allá: lo buscaron por todo el centro y lo sacaron de la calle. Desde esa mañana de jueves 31, nunca volvió a estar solo y sin un techo para dormir.
Sin embargo, esos más de cuatro años no fueron fáciles ni para él ni para quienes colaboraron con su rescate. Tuvieron que enfrentarse a un pasado desconocido, a una persona con esquizofrenia que le cuesta comunicarse verbalmente y a cambios permanentes.
Sergio ha podido conocer diferentes lugares de San Luis, como Salinas del Bebedero, Potrero de los Funes. Así también ha sido parte de festejos como el Día del Amigo o festividades patrias.
Hoy, Sergio tiene 50 años y vive en el "El buen samaritano", un hogar que surgió hace casi tres años y que lo tuvo como su principal motivación. No solo para que tuviera un lugar para residir, sino también para ayudar a otras personas en situación de calle. La asociación, impulsada por la abogada Gloria Sosa, fue inaugurada por el obispo de San Luis, Gabriel Barba, en octubre de 2020. En el mismo sitio, hoy habitan otros 14 hombres con realidades diversas, pero con el mismo objetivo de cambiar su situación.
Sergio en su último cumpleaños.
John es uno de los encargados del hogar, ubicado en el Barrio Aeroferro, y fue quien se puso a disposición para mostrar el nuevo día a día de Sergio y el funcionamiento del refugio para quienes no tienen techo.
Sergio estaba sentado en el comedor de uno de los módulos del hogar, mirando la televisión, uno de sus pasatiempos junto con hacer dibujos. Unos minutos antes había regresado de una terapia en la que aprendió a expresarse mejor. Ahora, con una sonrisa en su rostro, tiene un presente y un mejor futuro.
Con información de El Chorrillero