Recorren la ciudad para brindar el servicio. Leila y Lautaro visitarán instituciones y plazas con el carrito que ellos mismos armaron con elementos reciclados.
Leila Contreras y Lautaro Zelada buscan reinstalar la tradición del café al paso. Con un carrito que armaron ellos mismos con elementos reciclados y mucho amor, los jóvenes empezaron a recorrer la ciudad ofreciendo desayunos y meriendas. El martes hicieron la primera salida y estuvieron frente al complejo El Lago, en el Poder Judicial.
“Esto surgió junto a mi compañero de vida. Nos conocimos en Mendoza, estábamos viviendo allá y ahí es muy común tomarse algo en la calle. Amaba hacer eso y cuando volvimos a mi tierra, a Villa Mercedes, pensamos en esta idea porque no queríamos trabajar en relación de dependencia para dedicarle tiempo a nuestro hijo”, contó Leila, de 22 años.
“Es lindo esto, porque por ahí andás apurado y no tenés el tiempo para sentarte en algún restaurante a desayunar. - Leila Contreras”
Además, explicó que desde hace tiempo pensaban en que les encantaría tener su propio carrito. Con ayuda del padre de Leila pudieron fabricarlo con algunos elementos que tenían en la casa.
“Le fuimos poniendo cosas hasta que lo terminamos. Lo armamos con maderas de un placard; en el interior es térmico. Le cambiamos las rueditas, lo pintamos, le hicimos un techito con toldo y hasta le compramos una plantita para que le dé vida. Fue un proceso que demoró alrededor de dos meses y tiene una onda vintage”, detalló.
Para trasladarlo utilizan una bicicleta que tiene el mismo tono beige que el resto de la estructura y el canasto es el cesto de residuos, para que todo quede limpio cuando se retiren del lugar por el que pasen.
La primera salida fue con un poco de nervios, pero con mucha alegría: estuvieron en el ingreso del Poder Judicial. Las personas que habitan o trabajan en la zona no dudaron en acercarse a disfrutar de algo calentito.
“Le vamos a ir agregando cosas; por el momento tenemos facturas, tortitas, café con leche común o deslactosada, y vamos a sumar capuchino y chocolatada. Para el veranito haremos cosas frescas”, indicó la joven.
Zelada, de 25 años, manifestó que es algo que crearon con mucho amor para que la gente pueda disfrutar, y tener una alternativa diferente.
“El carrito está hecho con productos reciclados y lo transportan por medio de una bicicleta.”
“Vamos a ir desplazándonos con sus ruedas por toda la localidad, también para escucharlos y que nos digan qué les gustaría que incorporemos”, señaló.
Por las tardes recorrerán las distintas plazas de la ciudad. Ayer empezaron por la del Sesquicentenario, más conocida como del Mercado, y luego irán a la San Martín.
“Es lindo esto, porque por ahí andás apurado y no tenés el tiempo para sentarte en algún restaurante a desayunar, y de esta manera lo pueden resolver mucho más rápido. La inspiración para hacer todo esto fue nuestro hijo Índigo, que nos motiva todos los días y nos ilumina para que podamos hacer lo que nos gusta”, agregó Contreras.