Una camioneta estacionada de manera inadecuada desata una serie de eventos impactantes en Villa Mercedes.
En una escena que revela los límites de la frustración en las calles de Villa Mercedes, una camioneta mal estacionada se convirtió en el catalizador de un incidente insólito. La dueña de la vivienda cercana se encontró con su salida bloqueada y, tras una serie de intentos por resolver la situación, su reacción sorprendió a todos los presentes.
El fiscal Leandro Estrada relató que el incidente tuvo lugar el 21 de julio al mediodía. El propietario de la camioneta, buscando reparar un desperfecto técnico, dejó su vehículo en un taller mecánico cercano. Sin embargo, el taller estaba cerrado, y la camioneta terminó estacionada de manera obstruccionista en el acceso a la cochera de la mujer ahora imputada.
La frustración acumulada llevó a la dueña de la vivienda a tomar medidas drásticas. Después de buscar ayuda policial y municipal para resolver el conflicto, la mujer optó por una reacción extrema: arrojó líquido sobre la camioneta obstaculizadora y, tomando una masa, procedió a golpearla repetidamente. Los resultados fueron evidentes en los daños severos infligidos a la camioneta, incluyendo vidrios rotos, daños en la óptica y el paragolpes, así como abolladuras visibles.
La defensa de la imputada, representada por Germán Anabitarte y Eugenia Río, argumentó que este incidente no fue aislado, sino que era parte de una serie de conflictos prolongados con los propietarios del taller mecánico. También destacaron que la mujer llamó a las autoridades pertinentes antes de tomar cualquier medida y mencionaron su necesidad de salir de su domicilio por razones médicas.
Tras las exposiciones de ambas partes, el juez de Garantía Nº 1 de la Segunda Circunscripción Judicial, Alfredo Cuello, tomó una decisión. Formuló cargos provisorios contra la imputada en virtud del artículo 183 del Código Penal, que trata sobre el delito de daños. El juez consideró que la acción de destruir o dañar una propiedad ajena, en este caso, la camioneta, es punible con una pena que varía entre quince días y un año de prisión.
