Jonathan “Kiwi” Quiroga admitió haber participado de cuatro hechos entre abril y octubre del año pasado.
Sí, sí, yo participé”, respondió Jonathan “Kiwi” Quiroga ante el juez Hugo Saá Petrino cuando este le preguntó si admitía su responsabilidad penal en cuatro hechos por los que ayer comenzó a ser juzgado. La respuesta positiva del imputado era el único requisito para que el acuerdo de juicio abreviado entre el fiscal Ricardo Barbeito y el defensor de Juicio, Esteban Sala, pueda ser presentado ante el magistrado. Solicitaron 3 años de prisión de cumplimiento efectivo.
Ahora, si Saá Petrino homologa el convenio, el “Kiwi” comenzará a cumplir su pena en el Servicio Penitenciario Provincial por los delitos de “Robo, lesiones, resistencia a la autoridad, encubrimiento, hurto agravado de vehículo dejado en la vía pública, robo en grado de tentativa y daños”.
Los hechos de los que el imputado admitió ser responsable fueron cometidos en cuatro situaciones distintas. La primera fue en abril de 2022, en Juana Koslay. “Kiwi” era investigado por efectivos de esa localidad por una causa de robos reiterados y, el martes 26 de abril, una subcomisario vio el momento justo en el que intentaba ingresar a la casa de una vecina en el barrio Cerros Colorados.
Así inició una persecución que incluyó corridas por las sierras, disparos, pedradas y mordidas. Hábil, el sospechoso logró escapar dejando heridos al entonces jefe de la Comisaría 34ª y a otro efectivo. Un día después, cuando la Policía fue a detenerlo por orden del fiscal Barbeito, saltó por sobre siete techos de viviendas del barrio Los Eucaliptus hasta ser aprehendido, aunque antes apedreó a otro agente. Todo lo que hizo esos dos días fue encuadrado en los delitos de "Robo, lesiones y resistencia a la autoridad”.
Quiroga también se responsabilizó por un encubrimiento. Es que el 22 de julio de ese mismo año el imputado andaba, junto a Alfredo Fernández, en una moto Apia 110 negra. Ambos terminaron detenidos ya que el vehículo tenía pedido de captura. En esa causa, Fernández fue sobreseído, pero Quiroga encontrado culpable de encubrimiento, ya que no aportó información a los investigadores sobre el origen del rodado.
En agosto del año pasado, Quiroga fue enviado al Servicio Penitenciario Provincial con prisión preventiva, pero el plazo venció en el mes de septiembre y recobró su libertad. Días más tarde, el 7 de septiembre, el “Kiwi” robó un auto Renault Clio azul metalizado del frente de una vivienda del barrio Barrancas de Koslay. Ese día la dueña se levantó para ir a trabajar y notó que su vehículo no estaba donde su marido lo había dejado la noche anterior.
Tras tareas investigativas, la Policía ubicó el auto mientras era remolcado por otro, un Fiat Palio blanco, por Juana Koslay. Cuando los investigadores llegaron a la casa de la dueña del auto blanco, esta les manifestó que la noche anterior “Kiwi” le había pedido a su hijo que le ayude a acarrear el auto de un amigo que se le había quedado. Días más tarde, un comisario vio el auto azul circulando por la calle Pancha Hernández y lo siguió. Cuando logró detener al conductor, resultó ser un amigo de Quiroga. El vehículo fue secuestrado y el juez Marcelo Bustamante Marone libró una orden para que sea detenido.
Ya en octubre, más precisamente el 22, “Kiwi” fue atrapado por vecinos del barrio Barrancas de Koslay cuando intentaba robar elementos de una casa en construcción. Los vecinos llamaron a la Policía, que lo arrestó nuevamente, ya que tenía un pedido de captura vigente.
Desde ese momento, el imputado está con prisión preventiva, dictada por el juez Juan Manuel Montiveros Chada, en el Penal de San Luis, donde deberá cumplir los tres años solicitados por Barbeito de punta a punta.