Los ultrajes habrían sucedido durante un mes, cuando el hombre debía cuidar de la nena y de su hermano.
Antes de que se cumpla un año de la denuncia en su contra, un hombre de 38 años, de apellido Coria, podría ser juzgado por los abusos que pueden valerle varios años tras las rejas. El fiscal instructor de Villa Mercedes, José Olguín, ya hizo el pedido de pena a la que considera debería ser condenado eventualmente en el juicio. Solicitó que la sentencia sea de 12 años de prisión, por abusar durante un mes de la hija de quien fue en su momento su pareja.
El hombre está acusado de "Abuso sexual agravado por estar a cargo de la guarda de la víctima menor de edad".
Fue denunciado a fines del año pasado, recordó el fiscal. Coria se había separado de la madre de la víctima hacía dos años. Pero el final de la relación de pareja no significó el fin de un buen vínculo entre ellos.
Ambos mantuvieron el contacto en buenos términos por el hijo en común que tienen.
Tras la separación, el imputado y su ex se habían organizado para que el hombre cuidara de su hijo y también de su exhijastra. El acuerdo era que el acusado se haría cargo de cuidar a los niños dos veces a la semana, en su domicilio.
Todo pareció funcionar hasta que a fines del año pasado la víctima, de 12 años, le reveló a su abuela que su padrastro abusaba de ella.
Apenas oyó eso, la mujer le contó todo a la mamá de la nena y ella, sin perder tiempo, denunció a su expareja por los ultrajes.
“Coria se había separado de la madre de la víctima hacía dos años, pero tienen un hijo en común.”
El proceso de recolección de pruebas luego se vio un tanto demorado porque la criatura no estuvo en condiciones de hablar delante de los profesionales del Poder Judicial. Pero después de unos meses, a principio de año, pudo finalmente hacerlo en una audiencia de Cámara Gesell.
"Una vez que logró hablar todo lo que contó sobre lo que vivió coincidió con una situación clara de abuso sexual", dijo el representante del Ministerio Fiscal. El letrado remarcó que se trataron de "hechos reiterados, que se dieron de manera continua durante un mes, el año pasado".
Los informes de los especialistas de la Cámara Gesell, que hablaron con la niña y la evaluaron psicológica y psiquiátricamente, determinaron que su relato era creíble y se correspondía con el de una persona que sufrió abusos sexuales. "Los informes psicológicos y psiquiátricos fueron contundentes en cuanto a la existencia de los ultrajes de parte del acusado", subrayó Olguín.
Con esas pruebas y otros testimonios, Coria fue detenido e imputado en abril. Al poco tiempo, en vista de los elementos probatorios en su contra, el juez de Garantías de turno le dictó la prisión preventiva.
Tal medida de coerción vencerá el 7 de septiembre. Pero el fiscal calcula que el encarcelamiento podría prorrogarse hasta la realización del juicio, que espera sea en los próximos meses.