Trabajan en el patio de una casa del barrio Güemes y producen hasta 700 ladrillos de cemento por día.
Durante varias semanas, tres mujeres del barrio Güemes pensaron en qué emprendimiento podían iniciar para poder empezar a generar otra fuente de ingresos para sus hogares. Proyectaron abrir una panadería o un local de comida y finalmente decidieron producir blocks, actividad que llevan adelante hace aproximadamente dos meses y que ya les da rentabilidad para sus hogares.
Ramona Aguilera, Dalma González y Gisel Calfuman trabajan de lunes a viernes, desde la mañana temprano hasta la siesta y con mates de por medio y su radio a todo volumen, que musicaliza las jornadas. Se pasan los materiales, preparan la mezcla y encienden la máquina, tareas que ya son parte de su rutina.
“Presentamos un proyecto en la Secretaría de la Mujer municipal, que nos dio el primer aporte. También pensamos en una verdulería, pero nos decidimos por esto y arrancamos en junio. En un momento hicimos con mi pareja ladrillos de cemento para poder hacernos nuestra casa y vimos que no era mucho trabajo entre varios”, contó Dalma.
“Dalma, Ramona y Gisel trabajan con mucha alegría todos los días”
Además, explicó que es un rubro que tiene mucho movimiento, ya que generalmente llegan a hacer setecientos blocks al día y el patio nunca se llena porque habitualmente sus clientes pasan a comprarlos inmediatamente.
“Somos nosotras tres. Antes inclusive estábamos sábado y domingo, pero era mucho. Por lo menos nos va muy bien y aprovechamos el fin de semana para que descanse el material y puedan fraguar”, dijo Ramona.
Indicó que el proceso ya les resulta sencillo, pero que cada una es indispensable, porque el trabajo en equipo es fundamental y se acompañan cuando hay que hacer fuerza para mover las piezas.
“Compramos la blockera que es fundamental para poder hacerlos y al principio también sumamos bastante arena y cemento, que fuimos reemplazando con las primeras ventas. Lo que más falta nos hace ahora es una carretilla, así que será la próxima inversión”, comentó.
Remarcó que generalmente no tienen stock, pero por las subas del dólar decidieron esperar unos días para hacer nuevamente cálculos y ofrecer al público.
“La gente se sorprende porque nos dice que es un trabajo pesado y que siempre lo hacen los hombres, pero podemos hacer lo mismo que ellos en la construcción y está a la vista que lo sabemos hacer. No tenemos ninguna dificultad para hacer las tareas. Hace unos días se nos rompió un rastrillo y me puse a soldarlo”, aseguró.
Por último, manifestó que el objetivo que persiguen es que el emprendimiento crezca cada vez más. “Pensamos en comprar otra máquina más y de a poquito ir instalándonos y haciéndonos cada vez más conocidas. Para quienes quieran consultarnos, estamos en redes sociales como ‘Blockera Las Rosas’; le pusimos ese nombre porque son las flores de mi jardín”, añadió con una gran sonrisa Dalma.