La Selección de Brasil tiene un cocinero de San Luis

Rosales, decime qué se siente. El gran anfitrión de Brasil. Foto: Facebook.
Rosales, decime qué se siente. El gran anfitrión de Brasil. Foto: Facebook.

Claudio Rosales fue contratado especialmente para estar en el hotel Alkazar, donde se quedaron los jugadores. Los directivos brasileños lo eligieron como el encargado de conceder una larga lista de deseos gastronómicos.


Brasil jugará esta noche, a las 20:30, contra Argentina por una nueva fecha de las Eliminatorias Sudamericanas para Qatar 2022. Pero el equipo de Tité arribó a San Juan, hospedados en el hotel Alkazar, con una lista sin fin de requerimientos especiales. Para ello, el encargado de satisfacerlos es el cocinero puntano, Claudio Rosales.

"Yo tengo mucha experiencia y trabajé hasta en eventos importantes como el G-20, pero esta exigencia no la viví en otro lado. Pidieron hasta siete variedades de pan, cinco tipos de pastas y frutas tropicales como el mango, la frambuesa, la frutilla y la lima. Lo vivo con mucha intensidad porque esta oportunidad es muy gratificante y también una presión cocinar para este tipo de jugadores. Estoy muy feliz y espero que salga todo lo mejor posible", reconoció Rosales a TyCSports.com.

La Confederación Brasileña de Fútbol entregó un menú de siete páginas y trajo su propio chef para supervisar todo lo que realizan en el hotel. Sin embargo, el cocinero puntano que contratado especialmente para cumplir con ese servicio.

Rosales trabajo en el Hotel Internacional Potrero de los Funes y trabajó como docente coordinador en la Escuela Borja Blázquez.

Durante su estadía, solo podrán ingresar al establecimiento las 72 personas que forman parte de la comitiva y no se recibió a ningún otro huésped. Las reservas que estaban hechas para estos dos días fueron canceladas y los empleados se hisoparon para no poner en peligro la burbuja del subcampeón de América.

El plantel de Brasil no comparte habitación y cada uno de los integrantes ocupó una pieza con cama matrimonial. Solicitaron adaptadores especiales (la mayoría viene de Europa) para conectar consolas de videojuegos y relajarse antes del clásico más importante del continente.