La carne subió entre un 20% a 30% en lo que va de noviembre

Productores de todo el País culparon al cepo impuesto por el Gobierno nacional. No descartan otro incremento antes de fin de año.


Las pizarras de las carnicerías parecen no tener paz en lo que va de noviembre. Por una razón u otra, los listados de precios han sufrido incrementos todas las semanas y desde ayer el costo de la carne experimentó otro golpe: aumentó un 20%, lo que llevó a la blanda a los $1.000 y $1.100 el kilo. Para peor, en distintos comercios de San Luis, los vendedores de los frigoríficos que los abastecen ya les adelantaron que el problema se agravará: habrá más subas.

El nuevo dilema para un sector del comercio muy golpeado desde hace tiempo radica ahora en la escasa cantidad de animales que ingresaron a Liniers en las últimas jornadas. Ese factor generó que aquellas haciendas que sí decidieron vender cotizaran mucho más su valor, una reacción que elevó el precio en la cadena cárnica y repercutió en grandes comercios, pequeñas carnicerías y ya se trasladó a los mostradores.

En la ciudad de San Luis, abasteros cotizan la media res a $530 el kilo. Aunque hubo un remanente a $495, pero con pago al contado.

"Me explicaron que no entran animales gordos a Liniers, lo cual es llamativo, porque ¿justo después de las elecciones pasa esto? Es pura especulación. Pero es una maniobra que nos perjudica a nosotros y a la gente, a la clientela, porque casi no puede comprar y nosotros ya no podemos absorber más subas", afirmó Martín, propietario de una carnicería de avenida Lafinur.

"Pude conseguir medias res a 480 pesos el kilo, pero fue lo último que quedaba. Ahora me piden 530, lo que empuja los cortes de blanda a los mil pesos. Es una locura. En lo que resta de la semana aguantaré, no voy a trasladar el aumento, porque si lo hago no vendo nada. Sí o sí tengo que esperar y rogar que baje el precio. Porque si bien el precio del pollo y el cerdo aún se mantienen, en cualquier momento llegan con aumentos. Así no se puede, se hace muy difícil"; afirmó con preocupación.

Por su lado, Marcelo, propietario de una carnicería en la zona este de la ciudad, subrayó el mal momento que viven no solo los comerciantes, sino también la gente.

"La clientela, lamentablemente, ya se acostumbró. Sabe que comprar algo de carne es casi un lujo. Consume más pollo y cerdo que carne. Ahora las medias res llegan con un 20 por ciento de suba y todavía falta el aumento previo a las Fiestas. Porque estos incrementos de noviembre y luego en diciembre son ya una costumbre. No me sorprenden, pero me bajan las ventas", señaló.

Actualmente el kilo de blanda está entre los $1.000 y $1.100, en tanto que la molida especial cuesta $990 y el asado, $980.

"Es muy difícil de aguantar para el comerciante chico, porque estábamos pagando el kilo al gancho $440 y ahora se fue a $530. Por más que intentemos aguantar y no trasladar el aumento al cliente, no podemos. Y si lo hacemos, se nos caen muchísimo las ventas", afirmó Marcelo con pesadumbre.