Jésica Pérez fue hallada sin vida el domingo donde vivía con su pareja y sus dos hijos. La autopsia determinó que el deceso “fue voluntario”. La familia descree por los reiterados hechos violentos que sufrió a lo largo de 10 años.
Este domingo se conoció el fallecimiento de Jésica Pérez, madre de dos hijos, de 6 y 2 años. Este lunes iba a cumplir 26 años.
La mujer habitaba junto a su pareja, Hugo Miranda en una habitación ubicada en el paraje Casa de Piedra, en Potrerillos, en el departamento San Martín, provincia de San Luis.
Según la información oficial, fue Miranda quien llamó a la Policía para avisar que Pérez se había suicidado.
El juzgado Penal de Concarán ordenó una autopsia para determinar las cusas de la muerte. Este lunes por la tarde lo familiares recibieron el informe: la joven no tenía signos de violencia y que el deceso fue voluntario.
La familia manifestó su desacuerdo y solicitó en las últimas horas que se realice una nueva autopsia porque sospechas “que fue un femicidio”. Contaron que Pérez sufrí violencia de género desde hace 10 años.
Ángel Pérez, el tío materno de Yésica habló y afirmó que “en reiteradas ocasiones” tuvieron que socorrer a su sobrina por las situaciones que vivía día tras día.
Y relató una de las golpizas cuando ella tenía 18 años, cuando vivía en Bajo Grande, a 12 kilómetros de la localidad de Renca.
“La trajeron muy golpeada, la tuvimos que hospitalizar. Estuvo aproximadamente dos días bajo observación hasta que se recuperó. En ese momento, nosotros hablamos con ella y le insistimos para que hiciera la denuncia”, explicó Pérez.
Después la llevaron a un campo cerca de Renca, donde estaba protegida, pero más tarde todo cambió: “Se quedó alrededor de un mes hasta que volvió a tener comunicación con él, y a los pocos días la fue a buscar y se fueron juntos”.
Destacó que la madre de Yésica “tenía prohibido tener contacto con su hija”, y que cuando nació su primera nieta fue a la Justicia para poder conocerla.
“Por intermedio de la jueza de Concarán llegaron a un acuerdo en que tendría visitas una vez por mes”, recordó el tío de la víctima.
“Justamente el domingo nos enteramos que en una oportunidad Miranda junto a un amigo la llevaron a la capital de San Luis y terminó siendo internada por los golpes. A la pareja de mi sobrina supuestamente lo atendió un psicólogo porque había sufrido un brote psicótico”, reveló.
“Sale que no hay signos de violencia, pero por los antecedentes es que pedimos que realicen otra”, añadió.
“La nena decía que sintió a su madre gritar y llorar. El varoncito se asustó y se orinó, pero no podían salir porque la puerta estaba con una cadena por fuera”, aseguró Pérez, para graficar lo que sucedió el día de la muerte.
Agregó que: “Él (Miranda) dijo que estaba acostado con los chicos, que la pequeña salió a buscarla y que regresó a los gritos. Cuando fue a ver a Yésica la encontró colgada, la bajó y le practicó respiración boca a boca”.
“No me cierra nada esto porque si ella decidió quitarse la vida, él la indujo. De lo contrario, no se entiende ¿Por qué lloraba? ¿Por qué gritó?”, cuestionó el tío.
La causa está en manos de la jueza del Crimen de la 3° Circunscripción Judicial de San Luis, Patricia Besso quien también tiene a su cargo el caso de Laura Godoy asesinada por su ex pareja en la localidad de Tilisarao.