El filoso comentario de un ministro que revela el débil equilibrio de Alberto Fernández

Una reunión con la juventud le sirvió a Alberto Fernández para comprobar que, hasta el día de la elección, la sociedad de los miembros del Frente de Todos se mantiene inalterable. Más allá de alguna chicana de ocasión, en el oficialismo se ilusionan con llegar a una paridad técnica el domingo.


"Y él es el referente de La Cámpora de San Martín", le dijo el ministro Gabriel Katopodis a Alberto Fernández en su visita a General San Martín. "Preparate porque ahora vamos por ustedes", remató frente a Lauro Grande, concejal y actual funcionario de Obras Públicas de la Nación.

El presidente no entendía nada. Se quedó frío. Katopodis no se caracteriza por frases grandilocuentes o hacer bromas pesadas. Sin embargo, en esta oportunidad, optó por el humor para descomprimir y demostrarle al jefe de Estado que "tenemos que seguir estando todos juntos".

Katopodis y Grande trabajan juntos y no solo mantienen reuniones de manera frecuente. Ambos suelen compartir la mayoría de los encuentros organizados por el interior de la Provincia. Y el concejal, exdiputado provincial, muy cercano a Máximo Kirchner, es uno de los que más trabaja para mantener la unidad "más allá de los resultados del domingo".

General San Martín es uno de los municipios donde se dan todas las particularidades de una campaña en la que los dos frentes que disputan por la victoria, Todos y Juntos, tienen fuertes diputas internas. En el primero la dirigencia local está dividida en dos opciones muy claras. Los que empujan por una interna contra La Cámpora y el Movimiento Evita, y los que prefieren seguir como hasta ahora, en la que termina apareciendo la paz al final del cierre de lista.

En cuanto a Juntos, la victoria del ignoto Andrés Petrillo, apoyado por Jorge Macri, "jubiló" a los apellidos tradicionales de la política local. Eso produjo que los pactos preexistentes entre el oficialismo y la oposición se reactivaran con tal magnitud que hoy es inocultable el trabajo en post de un corte de boleta que licue las chances del candidato local de Juntos.

La ambigüedad entre los que están en la primera fila de las decisiones políticas y los que quedaron postergados se da no solo en General San Martín sino en varios municipios. Por eso es que muchos intendentes como Julio Zamora, Tigre, Alberto Descalzo, Ituzaingó, o Ariel Sujarchuk en Escobar, la presencia local es mucho más fuerte que el arrastre de los candidatos nacionales. La fuerte presencia de los intendentes, ahí, le pueden hacer mejorar las chances de las boletas de concejales a esos oficialismos.

Lo que observan los dirigentes del Frente de Todos es que "el ánimo no está para bollos. La gente casi no quiere saber nada con nosotros, pero tampoco con ellos. Si subimos con todas las medidas que tomamos, la fuerte campaña que hicimos en los últimos quince días, casa por casa, dando a cada elector el voto que quiera pero manteniendo el norte en lo local, podemos llegar a estar muy parejos".

El ministro de Obras y Servicios Públicos es el que más escucha las dos campanas que atraviesan el Frente de Todos. Los que proponen, lisa y llanamente, una ruptura con el kirchnerismo, que se acepten la renuncia a todos los que la presentaron con posterioridad al 12 de septiembre, y los que confían que "pasada esta piña, todo está para hacer un mejor Gobierno".

Muy cerca de Katopodis, un funcionario de primera línea ve todo de manera más dramática. "Los peronistas clásicos quieren que Alberto se empodere y llame a gobernadores a compartir el Gobierno. Tenemos dos años para ir hacia un lugar lógico y no terminar chocando. No sé si Máximo o los pibes (por La Cámpora) están dispuesto a eso".

Para infortunio de todos, las posturas son tan extremas en cada campamento que hasta los más lógicos y racionales terminan siendo calificados de "tibios" o "traidores".