Comenzaron a juzgar a un expolicía puntano acusado por golpear y violar a una mujer

El caso ocurrió en la capital puntana en marzo de 2020 en plena pandemia y cuando regía el aislamiento obligatorio.


A apenas dos días de decretado el primer aislamiento social por la pandemia de coronavirus, un hecho terrible terminó por romper una tortuosa relación de casi tres años. M.J.A., que entonces se desempeñaba como oficial de Policía, irrumpió en la casa de su ex, la agredió y sometió sexualmente.

Este lunes, en la primera audiencia del juicio, la víctima aseguró que su denuncia fue archivada por efectivos de una comisaría y que la investigación se reactivó por la intervención de la Secretaría de la Mujer, Diversidad e Igualdad.

El acusado tiene 43 años y, al momento de los hechos, hacía 12 años que cumplía funciones como policía, contó. Fue el primero en sentarse en el estrado para corroborar sus datos ante los jueces, que también le ofrecieron declarar; dijo que quería dar su versión pero que ese no era el momento.

Quizás antes quería oír lo que tenía para decir su expareja, la primera testigo en la lista, pero por pedido de María Elena Aparicio, abogada de la Secretaría de la Mujer y que asiste legalmente a la víctima, el acusado fue retirado de la sala de audiencias para que ella diera su testimonio. “No se encuentra en condiciones para enfrentarlo y poder explayarse en su relato como debiera”, argumentó.

P.V.S. dio una versión detallada de la relación con M.J.A., que comenzó a mediados de 2017. Dijo que si bien su ex nunca la agredió físicamente sí enfrentaba a diario situaciones de violencia psicológica y hostigamiento. Quiso cortar el vínculo dos veces, contó, pero él siempre lograba convencerla de que iba a cambiar. Incluso, en la segunda crisis le ofreció casamiento y darle su apellido a su hija más grande para que pudiera acceder a una obra social.

La pareja se separó en octubre de 2019 por decisión de ella. Al margen, en ese momento él le comentó que salía con una joven de 18 años y que la había embarazado. Pero la partida del hogar no fue el fin de la historia.

“Me dio un beso y me dijo que me había amado, pero que ahora estaba enamorado de otra chica. Pasaron 15 o 20 días sin novedades, pero luego empezó a llamar y mandarme mensajes diciendo que se había equivocado, que estaba arrepentido, que me pedía perdón y quería volver”, contó la víctima. Y a pesar de que nunca accedió a restablecer el vínculo como antes, ante el tribunal admitió que siguió dejándolo entrar a su hogar e incluso manteniendo relaciones sexuales esporádicamente.

La mañana del domingo 22 de marzo de 2020, según consta en la denuncia, el hombre, que estaba uniformado, ingresó por la fuerza a su casa en el barrio Caldenes del Oeste de la capital, la violó y luego golpeó en las piernas y la cara recriminándole que se escribía con otro hombre.

Cuando logró salir del shock de la agresión, y pensando que él podía cometer una locura, se levantó como pudo y le quitó el arma reglamentaria. Luego dejó entrar a su perro, que atacó al hombre y le dio tiempo a escapar a lo de una vecina para llamar al 911.

M.J.A. enfrenta un pedido a 13 años de cárcel por el delito de “Abuso sexual con acceso carnal y lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género”.