Su hijo, Juan Pablo Funes, dedicó unas palabras a su padre en un aniversario especial.
Han pasado 30 años desde aquel día donde el amigo de todos partió de este mundo. Ese día San Luis se entristeció y prometió con lágrimas nunca olvidarlo.
El "Búfalo" fue un ídolo federal y puntano, en cada rincón de nuestra provincia sembró una anécdota, una historia, un momento.
En cada niño de San Luis fue un espejo de esperanza para el futuro, pero también fue la realidad de un saludo, una firma o un regalo.
No son los goles ni las proezas deportivas las que más abundan en las anécdotas, se recuerda el don de buena gente, la humildad, la alegría y ese corazón noble.